Experimentar para creer

Seguramente la frase «ver para creer» la hemos escuchado miles de veces, y muchas veces hemos creído que es verdad, que necesitamos ver algo para poder creer en eso. Realmento yo creo que esa frase está mal interpretada, y por esa razón siempre esperamos que otra persona haya experimentado o probado algo para que nosotros lo veamos y así lo podamos creer. Pero realmente lo que yo creo que es el verdadero significado de «ver para creer» es que yo debo experimentar las cosas para poderlas creer. No se trata de ver lo que hacen los demás, se trata de vivir lo que estoy creyendo, comprobarlo por mi mismo y crearlo poniendo en practica eso que estoy creyendo.

Nuestras palabras tienen mucho poder y manifiestan nuestra realidad, pero muchas veces enviamos mensajes contradictorios cuando decimos que creemos en algo y con nuestras acciones hacemos todo lo contrario. Normalmente creemos lo que experimentamos en nuestra vida, un ejemplo muy sencillo es en cuánto a nuestra vida laboral. Hemos creído que para tener estabilidad debemos tener un empleo y que ese empleo nos va a garantizar un cheque cada quince días o cada mes. Hemos visto como miles de personas obtienen ingresos a través de sus propios negocios, les vemos, nos cuentan su historia, y «creemos» que es posible, sin embargo seguimos viviendo nuestra vieja creencia de ser empleados al no experimentar por nosotros mismos la independencia.

Una de las razones más grandes para no experimentar nuevas creencias es el miedo, el miedo a que las cosas no funcionen como uno las tiene planeadas, pero es precisamente ahí cuando la creencia pierde todo su valor, porque una creencia verdadera no conoce el miedo, es la absoluta seguridad que lo que yo creo se manifiesta exactamente como yo quiero en mi vida.

Quieres ver para creer? Empieza a experimentar, deja de mirar como los demás crean su propia realidad, libérate del miedo y actúa, une tus acciones con tus palabras y las cosas empezarán a ser exactamente como tu quieres.